Art.Es, n. 23, Jan/Feb 2008, Madrid, pp. 74-79.

Eduardo Kac:  conversación con el artista

 

Simone Osthoff

 

Coincidiendo con el repaso de la obra de Eduardo Kac en plena trayectoria, comisionado por Angel Kalenberg en el Instituto Valenciano de Arte Moderno, desde el 27 septiembre hasta el 11 noviembre 2007, me reuni con el artista para hablar de su obra.

Durante el curso de dos décadas, las redes hibridas de Eduardo Kac han conectado elementos tan dispares como lejanos en tiempo real.  También han ofrecido nuevas visiones del arte, al tiempo que, en 1999, llevaron al artista a la creación literal de nuevas formas hibridas de vida.  A raíz de la transformación de las formas habituales de ver el mundo y de comunicarnos, las creaciones transgénicas y en network de Kac ofrecen un desafio permanente a nuestra comprensión del entorno “natural” además del entorno del arte, explorando lo que el filósofo francés Jacques Rancière llamó la “distribución de lo visible, de lo decible y de lo posible”.

Basándose en la convergencia del arte, la ciencia y la tecnologia con la teoria de la comunicación, la filosofia y la poesia, el artista produce relaciones inusuales, por ejemplo, entre el lenguaje, la luz y la vida.  Perspicaz y experimental, la obra de Kac sugiere ecologias alternativas, aunque sin denunciar el cambio climático y los desastres medioambientales, ni llamando la atención sobre las monstruosas amenazas surgidas por la manipulación de la información del ADN.  Las dimensionalidades y temporalidades investigadas por Kac en trabajos en network (tanto humanos como no-humanos) examinan cuestiones ecológicas más amplias. incluyendo las formas culturales que generan nuestra subjetividad.

La obra de Kac establece un continuum entre la naturaleza y la cultura, entre las especies y los sentidos, cuestionando las estructuras, mediaciones y, como consecuencia, la supremacia de la visión en el arte, al mismo tiempo que fomenta experiencias sinestésicas que rearticulan la conciencia individual en el terreno social, cultural y, finalmente, medioambiental.  Además, la obra de Kac sopesa cuestiones sobre el hecho de ser espectador, destacando la acción participativa y la comunicación en ambas direcciones.  Sus redes híbridas, de espacios fisicos y virtuales, desplazan al público dentro de unos entornos que reflexionan sobre la forma en la cual las estructuras y la mediación de la tecnologia facilitan y constriñen la visión, el tacto, el oído y la voz.  Dentro de sus entornos articulados en red, la comunicación como dialogo entre los humanos, los animales, las plantas, los microorganismos y las máquinas no puede nunca darse por descontada, sino que los participantes tienen que inferirla palabra por palabra, cuadro por cuadro.

 

Simone Osthoff:  Desde el año 1998 ha creado el bio-arte, obras transgénicas u otras piezas vivas. Como empezó a trabajar con los organismos vivos?

 

Eduardo Kac:  Mi primera obra con organismos vivos no-humanos data del año 1994 - Essay Concerning Human Understanding (Ensayo sobre el entendimiento humano).  En esta obra, un pájaro y una planta situados en dos ciudades distantes entre sí se relacionan mediante un intercambio remoto de sonidos dentro de un bucle de retroalimentación.  La planta produce sonidos a través de su propia fluctuación eléctrica como respuesta al canto de pájaro.  La pieza crea la experiencia de la comunicación entre especies a través de la red.

 

Sin embargo, para entender mejor mi trayectoria, hay que remontarse a 1986, cuando creé la primera de una larga serie de obras en un campo que llamo “Telepresence art”.  Es un nuevo tipo de arte basado en la creación por el artista de novedosos cuerpos telerobóticos habitados por un participante a distancia, para experimentar nuevas formas de presencia inventadas.  Con el paso del tiempo, he creado nuevos seres electrónicos, que permiten otros tipos de experiencia para cada obra.  En 1997, creé Time Capsule (Cápsula del tiempo), un punto de inflexión en mi obra, cuando acuñé el término “bio-arte”.  En Time Capsule, me implanté un microchip digital que contenía una serie de números.  Esto lo hice en televisión en directo y en Internet, delante de una serie de fotografias que mi abuela havía traído de Varsovia en 1939, y que representan los fallecidos en la guerra.  Durante la parte final de la emisión televisiva, la información en el chip fue leída en Internet.

Mi inscribí con ese número en una base de datos online como perro y dueño al mismo tiempo.  Esa trayectoria que acabo de resumir se realizó durante un período de 17 años, y se documenta de forma detallada en mi libro Telepresence and Bio Art: Networking Humans, Rabbits and Robots (Telepresencia y Bio-arte: Las redes de Humanos, de Conejos y de Robots, University of Michigan Press, 2005).  Me parece que empieza a erosionarse la dicotomia entre lo local y lo remoto, lo humano y lo no-humano, lo vivo y la máquina.  El arte transgénico es la manifestación estética de esta condición contemporánea.

 

SO:  Parece que entre los motivos de su trabajo con el arte transgénico está el de exponer la inflluencia cultural de la ciencia, y las posibilidades de manipular y transformar la vida.

 

EK:  El arte no se puede reducir a “una intención” porque surge de muchas fuentes y es, por su naturaleza, abierto, sin “una” función o un significado específico.  Incluso cuando se relaciona con otras disciplinas o campos, el arte crea su propio mundo de experiencias.  Permítame por favor aclarar que el Arte Transgénico no existe para “explicar” ni la ciencia ni ningún otro campo.  Eso se hase mejor a través de la pedagogia o de la exégesis académica.  El Arte Transgenico existe sobre todo como una nueva esfera creativa en si.  Como todo el arte contemporáneo, entra en dialogo con varios campos, por ejemplo, con la filosofia y la literatura, no única o específicamente con la ciencia.  El énfasis se asigna al arte (sus experiencias, sensibilidades, emociones e ideas) y no a unos factores exógenos.  El Arte Transgénico utiliza un medio nuevo no empleado anteriormente:  los procesos de la vida.  Es inadmisible considerar que los procesos de la vida pertenezcan a una sola disciplina.  No busco crear vida nueva para hablar sobre otras disciplinas.  No me interesaría en absoluto.  Estoy creando nueva vida en el contexto de mis obras artísticas, y cada una tiene su propia realidad poética o de experiencia, sus propios significados múltiples.

 

SO:  Los científicos han creado ratones, peces, plantas y conejos bioluminescentes, e incluso lograron crear un primate con el gen GFP. En qué sentido son sus obras transgénicas diferentes?

 

EK:  Vd. utiliza las palabras en sus artículos.  James Joyce utilizó las palabras en sus novelas.  Un abogado utiliza las palabras en sus documentos legales.

Que diferencia hay entre estas tres formas de escribir, si todas emplean palabras?  Evidentemente, no es el hecho de emplear palabras, sino de cómo se las utilizan.

Para mi, es la misma cosa.  El uso que hago de los procesos de la vida es completamente diferente del de un jardinero o de un laboratorio profesional.  La vida creada por mi tiene, además de la misma condición ontológica que cualquier otra forma de vida, un cambio semántico de tipo no-biológico (con su significado modulado por la obra de arte).  Y como ha ocurrido siempre en la historia del arte, cada obra ayuda al artista a construir, durante el curso de una vida, la naturaleza poética o filosófica, visual y de experiencia de su propio universo.

 

En la creación de mis obras de arte, produzco sobre todo piezas visuales y circunstancias para ser experimentadas, que surgen de mi propio universo poético, individual y subjetivo, en busca de una resonancia emocional y cognitiva con los espectadores y los participantes, al mismo tiempo que formulan preguntas fundamentales acerca del significado de la existencia del ser humano en el siglo XXI y más allá.  Por otro lado, las obras son algo más que preguntas:  son realizaciones materiales, la encarnación de mi visión de cómo será el arte y la vida en el futuro.  La importancia de este factor radica en el hecho de que la obra no es la representación de una idea;  más bien la obra está literalmente viva,  como Vd. y yo.  Es, por tanto, una obra de arte y una intervención en el mundo real, vivo.  El artista no crea objetos, sino sujetos, provocando una nueva dimensión ética en el arte.  Mi obra responde  a la creación en el presente de un nuevo campo para el arte, mientras anima a la sociedad a preguntarse cómo va a prepararse para recibir a los nuevos ciudadanos quienes serán, ellos mismos, clones y transgénicos.

 

SO:  Su instalación Génesis, que presentó por primera vez en el año 1999 en la exposición de Ars Electronica en Linz, y también en su exposición en el IVAM, transformó una cita de la Biblia en un código genético.  También para su proyecto The Eighth Day (El Octavo Dia) eligió un nombre con un contexto religioso.Qué importancia tiene la religión para Vd.?

 

EK:  Soy ateo, pero la religión está presente en la sociedad y, por lo tanto, juega un papel en la articulación de las experiencias culturales.  Mi Creation Trilogy (Trilogia de la Creacíon) se compone de Génesis, GFP Bunny (Conejito GFP) y The Eight Day.  Las tres obras hacen uso del mismo gen GFP como marcador visual y social.  Por eso, Genesis se dirige de forma crítica a los factores económicos e ideológicos que sustentan las cimentaciones de la religión.  En cambio, The Eight Day da la vuelta a la noción de “otro” con la normalización del uso del verde luminiscente “green-glow” dentro de su mundo.  Dicho de otra manera, todas las criaturas en The Eight Day tienen un resplandor verde, con lo cual, si no se resplandece verde en ese mundo, uno es “diferente”.

 

SO:  Parece que con su nueva serie, Specimen of Secrecy about Marvelous Discoveries (Ejemplar de Secreto sobre Descubrimientos Maravillosos) se mueve en una nueva dirección. Ya está desfasado el arte transgénico?

 

EK:  En absoluto.  Estoy abriendo una nueva dirección mientras continúo profundizando en el arte transgénico.  El hecho de que uno realice un vídeo no significa que la fotografia haya pasado de moda.  Trabajo de forma simultanea en múltiples medios, realizando dibujos, fotografias, esculturas, grabados y muchas obras más.  Y naturalmente, sigo desarrollando el arte transgénico.  La creación de obras transgénicas es un proceso muy lento, puesto que a través de ellas consigo crear un tipo de vida que no existía anteriormente en la naturaleza.  Mientras tanto, continuo en la elaboración de mis otras obras.  Specimen of Secrecy about Marvelous Discoveries es única porque cada obra en la serie es un cuerpo, un individuo que tiene su propia identidad.  Cada obra es simultáneamente una sola entidad, como Vd.  y como yo, y una comunidad de células y de microorganismos, como Vd. y como yo.  Al igual que nosotros los humanos, estas enormes comunidades de microorganismos interactúan mutuamente y, al mismo tiempo, como una unidad con el entorno.  Es una obra que cambia de forma constante porque, literalmente hablando, está viva.  Si vives con ella, “vives con ella” de una manera literal, como si fuera otra forma de vida en tu casa, como si la obra de arte en la pared de tu casa compartiese algunas de las características de tus plantas o tus peces, por ejemplo, las de crecer, cambiar y actuar de forma imprevisible.  El futuro del bio-arte supone ese nivel de relación personal y de intimidad.    



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